En la mitología griega, el origen del árbol de olivo surge de una lucha entre Poseidón y Atenea por el dominio de una nueva ciudad. Zeus hace de mediador entre ambas deidades y les pide que le hagan un regalo al pueblo. Aquel que ofrezca el mejor regalo, será el vencedor.
Poseidón, muy seguro de sí mismo, estrelló su tridente y de la tierra salió un manantial de agua salada. Atenea, muy astuta, estrelló su lanza y de la tierra salió el más práctico de los regalos: un árbol de olivo cargado de frutos. Este árbol le permitiría a la gente del pueblo utilizar sus frutos para alimentarse, hacer aceites.
Luego de esto, Atenea ganó en enfrentamiento y ahora sería la protectora de la ciudad y de sus habitantes. De su nombre, salió el nombre con el que bautizaron la ciudad: Atenas.
De este milenario árbol y su historia, hoy podemos disfrutar de una amplia variedad de sus frutos: olivos o aceitunas, aceite, perfumes o esencias, y más.
Para mí, la aceituna es una de las piezas claves de mi cocina. Es bien difícil poder explicar lo mucho que me encanta la aceituna. La como con todo y cuando digo con todo, no exagero. Con un chorrito de aceite, con queso y jamón, con queso y pasta de guayaba, en guisos, en arroces… y hasta con chocolate.
Sí, la mezcla de sabores de la aceituna y el chocolate es complicada de explicar, pero el resultado es riquísimo. Especialmente con la famosa crema de avellanas… una delicia. Una de esas mezclas que debes intentar y llegar a tus propias conclusiones.
Caminando por las calles de Valencia, España tuve la oportunidad de ver varios olivos y verdaderamente, es un árbol fabuloso.
Una de mis recetas clásicas en las que la aceituna es la estrella principal es el tapenade. El tapenade, originario de Provenza francesa, es una especie de pasta o spread creada a base de aceitunas negras, alcaparras, aceite de oliva y especias. La receta puede ser modificada y añadirle ajo, limón, anchoas, licores…y muchas cosas más. Este platillo es muy similar a la olivada española, igual de característica y de mil sabores sorprendentes.
Mi receta de tapenade es sencilla y muy fácil de hacer. También, ayuda que es una receta muy versátil y puedes adaptarla a tu gusto y presupuesto. Esta pasta es perfecta para servir en galletas o pan tostado, como aperitivo.
Pero, si son un poco más aventureros en la cocina el tapenade es el perfecto acompañante para otros platos tales como: ensaladas, spread para wraps o sándwiches, rellenar zetas o pimientos, pasta y con una rica focaccia*. Una de las mejores cualidades del tapenade es que puede ser 100% vegana y complacer a todos en la familia.
Créanme, esta es una de esas recetas de las que todos van a hablar y querer más.
¡A comer!
Buen provecho ;)
Ingredientes:
1 taza de aceitunas sin hueso o pepita (yo uso aceitunas verdes)
¼ taza de salami
aceite de oliva
1 diente ajo
1 pizca de romero
1 pizca pimienta
1 chorrito de miel
1 cucharada de jugo de limón (opcional)
1 pizca de sal (opcional)
Procedimiento
Normalmente me gusta picar a mano todos los ingredientes, pero usted puede usar su procesador de alimentos, licuadora o mortero.
Comienza picando las aceitunas en pedazos pequeñitos.
Luego, pica el salami en pedazos pequeñitos y mezcla con las aceitunas.
Añade 1-2 cucharadas de aceite de oliva, romero, ajo y pimienta.
Mezcla bien todos los ingredientes y prueba.
Luego de probar el tapenade, puedes modificar los sabores y añadir más de ser necesario. Si tienes anchoas o sardinas en tu casa, añádelas y te sorprenderás.
Al momento de servir, me gusta ponerle un poquito de miel para el contraste de sabores. Déjalo reposar varias horas en la nevera antes de servir.
Ojalá les guste esta receta y se animen a hacerla.
* Receta de focaccia
https://www.infinitelola.com/post/focaccia
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