El mofongo lo es todo...

Yo podría escribir una tesis sobre el mofongo y sus beneficios a la felicidad. Todo se mejora en esta vida con un buen mofongo. Mi filosofía de vida es: el plátano es vida. Ya sea en pionono, tostones, amarillitos fritos, sopa... el plátano siempre está ahí para hacerlo todo más bonito.

Hoy, a petición de una amiguita, voy a compartir rápidamente mi versión del mofongo. Hay muchísimas maneras de hacer mofongo, unas más particulares que otras lo importante es saber qué te gusta y cómo.

Así que ojalá les guste... y puedan disfrutar de un rico y espectacular mofongo.

Ingredientes:

· 2-4 plátanos verdes

· mantequilla (temperatura ambiente)

· ajo

· sal y pimienta (a gusto)

· bacon bien crujiente o chicharrones (opcional)

· aceite de cocinar

· aceite de oliva

Procedimiento:

· Cuidadosamente, pela el plátano en su totalidad. Corta verticalmente la corteza y pela.

· Una vez pelado el plátano, corta en ruedas (no más gruesas de 1 pulgada para que frían rápido) y sazona con sal y pimienta

al gusto.

· En una sartén con aceite bien caliente fríe el plátano por ambos lados hasta que queden doraditos.

(Si no quieres freír el plátano, lo puedes hervir. Haces exactamente el mismo procedimiento, pero en lugar de freírlo lo hierves. Luego, es el mismo procedimiento. La diferencia es que va a quedar un poco más blandito y parecido al mangú.)

· En un pilón, mezcla el plátano con el ajo y la mantequilla, puedes añadir el bacon o el chicharrón.

· Esta parte del procedimiento, la vas a hacer por partes. Dos o tres rueditas de plátano, mantequilla, bacon o chicharrones y repites. Me gusta hacer este parte del procedimiento así porque me permite medir el sabor y poder ajustar la sal, el ajo o la mantequilla.

· Cuando ya estoy a punto de terminar, me gusta añadirle unas gotitas de aceite de oliva. Esta e paso lo puedes obviar si así lo deseas.

· Para el "plateo", puedes usar el mismo pilón o algún bowl o recipiente para darle la forma. Cubre el recipiente con mantequilla para que pueda salir sin romperse.

Y ya, ahora a disfrutar de tu mofongo.

¡A comer!