Yo caí rendida de amor por el orzo hace algunos años mientras estaba de vacaciones en Las Vegas. Recuerdo que una tarde, luego de pasar el día de paseo, mi amigo Brian nos llevó a un rooftop a cenar y a tomarnos unos tragos. Nadie mejor que Brian para llevarnos a los mejores lugares de comer en Las Vegas... Aquella tarde, en Las Vegas él pidió un montón de platos y entre ellos, uno de los platos tenía una ensalada de orzo del más allá.
Era una ensalada bien sencilla: orzo, basil, aceite de oliva, sal y pimienta... Bien sencilla pero aquello sabía a gloria. Desde ese momento comencé a combinar el orzo con diferentes ingredientes hasta conseguir dos versiones de la misma receta que son mis preferidas. Ambas son refrescantes y se pueden servir como plato principal o como acompañante. Puede convertirse en una receta vegana con cambiar un solo ingrediente y les aseguro que a todos les encantará.
Ingredientes
1-2 tazas de Orzo
1 punado de basil (a gusto)
1-2 tazas de tomates (Cherry, grape o el tomate que tengas disponible)
6-8 onzas de queso mozzarella (puedes añadir más, ¿Por qué no?)
Aceite de oliva (a gusto)
Sal y pimienta (a gusto)
Procedimiento
1. Para cocinar el Orzo, sigue las indicaciones del empaque. Mi método preferido es: hervir agua, añadirle mucha sal y cuando el agua esté hirviendo añade el orzo.
2. Cuando el Orzo está listo, lo trasfiero al envase que voy a utilizar y añado el aceite de oliva. Luego, añado el resto de los ingredientes: el basil, el tomate, el queso, la sal y la pimienta. Prueba los sabores y decide si hay algo que debas ajustar.
3. Ahora es cuando puedes añadir algunos ingredientes: miel, vinagre balsámico o pesto. De todos, la miel y el pesto son mis preferidos. Esa es la otra version que amo: capees con pesto. Ustedes saben que yo AMO añadirle pesto a todo, pues aquí esta otra de las variaciones. Un poquito o mucho pesto y el resto es historia.
Esta receta puedes servirla como plato principal, aperitivo o un side con un corte de carne. El orzo es un ingrediente super versátil que puedes utilizar de mil maneras. Es fácil de cocinar, económico y se puede adaptar, fácilmente, a nuestro paladar caribeño. Tan solo añádele amarillitos fritos (plátanos maduros) a la ensalada, y después me cuentas.
¡A comer!
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