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¡Qué bonito, Toledo!


La ciudad de Toledo al sur de Madrid, es una verdadera joya de la arquitectura y de la historia. Tal pareciera que estas recorriendo el pueblo de una historia medieval.


Nuestro recorrido por Toledo comenzó temprano en la mañana en Madrid. Caminamos hasta la Plaza de España y allí tomamos el autobús de la compañía de Tours que nos llevaría hasta Toledo. El costo del boleto fue aproximadamente 25 euros, por el viaje de ida y vuelta. Pasaríamos todo el día recorriendo la ciudad y aprendiendo de su historia y su cultura.


Luego de una hora de viaje y al aproximarnos a la ciudad se puede comenzar a apreciar la imponente silueta de El Alcázar al tope de la ciudad; en el casco antiguo. La emoción que se siente es indescriptible. La imponente silueta te roba la respiración y una sonrisa se dibuja en tu rostro.


Como íbamos con un grupo de personas, debíamos estar atentos a las explicaciones e instrucciones de los guías. El autobús nos deja en las afueras de la ciudad y recorrimos un corto camino hasta las escaleras que nos llevan al casco antiguo.


El sol caliente y la humedad nos recibieron en la Plaza de Zocodóver. Luego de un recorrido por la plaza, algunas fotos y un café, ya nos encontrábamos listos para la aventura. Una vez en la plaza decidimos hacer el recorrido por nuestra cuenta, sin el guía ya que queríamos recorrer la ciudad a nuestro paso y con calma. Comenzamos recorriendo las calles y acoplándonos a la humedad.


La historia de la ciudad de Toledo se remonta al tiempo de los romanos y en ella se encierra una particular mezcla de las culturas: cristiana, judía y musulmana; convirtiendo a Toledo, la Ciudad de las Tres Culturas, en un centro activo de historia. Declarada Patrimonio de la Humanidad en el 1986 por la Unesco.


Decidimos comenzar nuestro recorrido visitando El Alcázar. Esta impresionante fortaleza medieval se impone en la cúspide de la ciudad obligándote a mirarla y visitarla. Para hacerle justicia a su belleza, estar en su interior debería tomar todo un día para poder admirar con lujo de detalles todos sus rincones. En su interior se respira historia y cuentos sin terminar.


Continuamos nuestro caminar hasta llegar a la Catedral de Santa María. Esta Catedral, punto imperdible en tu visita a Toledo fue construida entre el 1226 y el 1493, es una imponente estructura gótica. Para entrelazar la historia de la ciudad, continuamos con la Sinagoga de Santa María la Blanca. Este sobrio edificio guarda un interior delicado y hermoso con altas columnas y una luz natural impresionante.


Después de un descanso y más fotos, nos dirigimos a la Mezquita del Cristo de la Luz. Esta mezquita fue construida en el 999 y debe estar en la lista de los ligares a visitar. Caminar por sus calles es como recorrer un cuento medieval, esperando en cualquier momento que salga un caballero en su armadura o Don Quijote. En sus calles se esconde lo antiguo con sus majestuosas estructuras mientras que por algunas esquinas se cuela un toque moderno sin perturbar los tesoros antiguos.


Algo que no podíamos dejar pasar en nuestro recorrido por Toledo era disfrutar de su gastronomía. Teníamos en agenda saborear el Mazapán de Toledo, un postre típico confeccionado con azúcar, huevo y almendra. Cuando lo pruebas quiere comer otro y otro más. Por recomendación de una amiga, almorzaríamos uno de los platos típicos y más famosos de la ciudad: la carcamusa.


La carcamusa es un guiso de ternera o cerdo, con verduras y guisantes acompañado de papas fritas. El guiso viene servido en un recipiente de barro guardando el calor y humeante, abriéndole el apetito hasta el más difícil de complacer.


Luego de un almuerzo memorable, bajamos por las empinadas calles, cientos de escalones para llegar al Puente de Alcántara y poder observar el río Tajo que bordea la ciudad. Allí, entornos de la ciudad mezclado con el viento fresco te hacen sentir cerquita del cielo.


Si tienes mas de un día para disfrutar a Toledo, debes poner en tu lista el Monasterio de San Juan de los Reyes y el Museo del Greco. Comprar artesanía, joyería de plata y, por supuesto, mazapán.


Al final del recorrido sientes que eres parte de la historia de esta bella y mágica ciudad

ubicada en la comunidad de Castilla-La Mancha. Toledo es una de esas ciudades que atrapa con su magia, el tiempo se detiene y desearías quedarte un poquito más de tiempo.

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